Guadalajara.- Saúl ‘Canelo’ Álvarez (59-2-2, 39 KOs) logró lo que quería, lucirse en su tierra, Guadalajara, Jalisco, y ante sus paisanos mexicanos, al derrotar inobjetablemente al inglés John Ryder (32-6-0, 18 KOs) para retener sus cuatro cinturones de campeón supermediano en el Estadio Akron, hogar del equipo de futbol Chivas de Guadalajara.

Hubo que esperar casi 12 años para el retorno a casa del hijo pródigo que se llevó las tarjetas de los jueces 120-107, 118-109 y 118-109, en una pelea llena de intercambios, donde el británico mostró gallardía y mandíbula de acero para aguantar la artillería del púgil local que buscó todo el tiempo el nocaut.

“La pensaba (la pelea) así. Es un rival difícil. Tenía mucho qué ganar y poco qué perder. Este tipo de rivales son muy peligrosos”, dijo ‘Canelo’ al ser interrogado sobre la imposibilidad de apuntarse una victoria por la vía del cloroformo. “(Pelear en Guadalajara) Era una gran responsabilidad. Respeto mucho a mi gente. Es un orgullo para mí representar a mi gente”.

Con una entrada aproximada y extraoficial de 50 mil personas en el Estadio Akron, ‘Canelo’ entró como lo que es al ring: la principal estrella del deporte. Un despliegue de fuegos artificiales y música adornó su caminata hasta el cuadrilátero donde de inmediato se puso a trabajar buscando el nocaut.

Su objetivo primigenio no se cumplió porque encontró un rival, que si bien no pertenece a la élite de la división, no arrugó y lució muchísimo mejor que varios de sus compatriotas, que con mejor resumé, “temblaron” ante la figura del tapatío.

‘Canelo’ buscó por todos lados el nocaut: golpes al cuerpo, uppercut y volados a la cabeza. Logró enviar a la lona a Ryder en el quinto episodio con un gancho de derecha y en otras ocasiones le hizo tambalear, pero el inglés siempre se las ingenió para mantenerse en pie y encararle, nunca esconderse.