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Sao Paulo.– La imagen perdura en el recuerdo de los hinchas brasileños en todas partes: Pelé con su camiseta amarilla, el número 10 estampado en la espalda.

Muy pocos olvidan la imagen de verle saltar con el puño derecho al celebrar un gol con la selección nacional.

Baluarte del “jogo bonito” con el que Brasil conquistó tres Copas Mundiales, Pelé personificó la grandeza en la tierra del futbol, espejo del estilo vistoso e improvisado.

El astro, cuya fama trascendió el futbol para convertirle en una de las figuras más conocidas a nivel mundial en el último siglo, falleció este jueves. Tenía 82 años.

Empezó a encandilar a los brasileños siendo un un adolescente cuando la “Seleção” se coronó campeona del mundo en 1958. En aquel entonces, apenas tenía 17 años.

Al retirarse como jugador a fines de la década de los 70, Pelé se había transformado en el modelo con el que se compara a todo futbolista brasileño.

Nadie ha sido capaz de acercarse a emular sus conquistas con la selección.

Otros fenómenos han lucido la Canarinha todos estos años — de Garrincha a Didi, de Zico a Romario, de Ronaldo a Ronaldinho y ahora Neymar –pero nadie ha alcanzado las alturas de Pelé.

Es el único jugador campeón del mundo en tres ocasiones, y se mantiene como el goleador histórico de Brasil con 95 tantos — o 77 si no se toman en cuenta goles anotados en partidos contra clubes y combinados. En esa última cifra de 77 tantos lo igualó Neymar, de quien se desconoce si continuará jugando para la selección, eliminada en los cuartos de final del Mundial de Qatar.